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El cáncer colorrectal (CCR) depende en su origen de factores genéticos y ambientales. Sobre lo genético podemos intervenir identificando la población de riesgo: familiares en primer grado (madre, padre, hermanos, hijos) con historia de CCR y/o pólipos adenomatosos (son los premalignos) y comenzar a realizar estudios de prevención a edad más temprana que al resto de la población. También podemos identificar algunos síndromes de poliposis familiar con estudios genéticos. Hoy podemos prevenir esta enfermedad que constituye la segunda causa de muerte por cáncer en nuestro país, realizando estudios preventivos, dentro de los cuales el más costo efectivo es la VIDEOCOLONOSCOPÍA (VCC), este procedimiento endoscópico permite detectar y resecar pólipos premalignos en el colon (1 de cada 4 pacientes mayores de 45 años a los cuales se les realiza una VCC presentan pólipos). Hay otras medidas relacionadas al estilo de vida y alimentación que también pueden ayudar a reducir el riesgo de desarrollar CCR.

Cambios en el estilo de vida: peso corporal, actividad física y alimentación

El peso: el sobrepeso o la obesidad aumentan el riesgo de padecer CCR tanto en hombres como en mujeres, aunque esta asociación parece ser mayor entre los hombres. Mantenerse en un peso saludable puede que ayude a disminuir su riesgo.

Actividad física: aumentar el nivel de actividad reduce el riesgo de cáncer colorrectal y pólipos. Limitar el tiempo de estar sentado o acostado también puede que disminuya el riesgo de padecer CCR. Aumentar la intensidad y cantidad de la actividad física puede ayudar a reducir el riesgo.

Alimentación: en general, una alimentación con un alto contenido de frutas, verduras y alimentos integrales (y con un bajo contenido de carnes rojas y procesadas) probablemente reduce el riesgo de padecer CCR. Limitar las carnes rojas y procesadas y comer más frutas y verduras podría ayudar a disminuir el riesgo. En los últimos años, algunos estudios han sugerido que la fibra en la alimentación, especialmente de alimentos integrales, probablemente reduzca el riesgo de cáncer colorrectal. 

Alcohol: varios estudios han reportado un mayor riesgo de CCR debido a un aumento en el consumo de bebidas alcohólicas, especialmente entre los hombres. 

Tabaco: el hábito de fumar por un tiempo prolongado está relacionado con un mayor riesgo de CCR. 

Vitaminas

No hay evidencia del efecto preventivo sobre el CCR de los multivitamínicos ni del ácido fólico.

Por otro lado, algunos estudios han sugerido que la vitamina D puede reducir el riesgo de CCR. En algunos estudios, los bajos niveles de calcio han sido asociados con un mayor riesgo de CCR. Otros estudios indican que el aumento de la ingestión de calcio podría también reducir el riesgo.

Medicamentos antiinflamatorios no esteroideos

Muchos estudios han encontrado que las personas que toman habitualmente aspirina u otros medicamentos antiinflamatorios no esteroideos, tales como ibuprofeno y naproxeno, tienen menos riesgo de padecer CCR y pólipos. Dicho efecto protector también sería proporcionado por la aspirina en bajas dosis (esto fue comprobado en pacientes con elevado riesgo cardiovascular que toman diariamente dosis bajas de aspirina).

De todos modos y, debido a que la aspirina y otros medicamentos antiinflamatorios no esteroideos pueden causar graves efectos secundarios, se recomienda consultar con el médico antes de comenzar a tomar cualquiera de ellos regularmente.

Terapia de reemplazo hormonal para mujeres

Tomar estrógenos y progesterona después de la menopausia (lo que a veces se le llama terapia hormonal de reemplazo en la menopausia), puede reducir el riesgo de CCR en mujeres. 

Debido a que tomar estrógenos y progesterona después de la menopausia también puede aumentar el riesgo de enfermedad cardíaca, coágulos sanguíneos, cáncer de mama y de pulmón en la mujer, no está recomendado utilizarlos sólo para prevenir el CCR.

¿Cuáles son los factores de riesgo más importantes?

La historia familiar, es decir el antecedente de cáncer de colon (intestino grueso) en algún familiar de primer grado (padres, hermanos e hijos), varios miembros de la familia afectados o la presencia de un tumor diagnosticado antes de los 55 años.

Si el paciente tuvo cáncer colorrectal previo o presencia de pólipos intestinales, existe un riesgo aumentado de desarrollar un nuevo cáncer de colon. En el caso de haber tenido pólipos adenomatosos antes de los 60 años también existe un riesgo mayor de tener CCR. La edad es otro factor de riesgo independiente, más del 80% de este tipo de cáncer, ocurre en individuos mayores de 50 años. 

Pruebas de detección del cáncer colorrectal

Las pruebas de detección se realizan para determinar la presencia de cáncer o lesiones premalignas en las personas que no presentan ningún síntoma de la enfermedad. Las pruebas que se hacen regularmente son una de las herramientas más poderosas para prevenir este tipo de tumores.

Desde el momento en que las primeras células anormales comienzan a crecer para convertirse en pólipos, usualmente transcurren aproximadamente de 10 a 15 años para que éstas se transformen en CCR. La mayoría de los pólipos se pueden descubrir con pruebas de detección temprana  (VCC) y se pueden extirpar antes de que tengan la oportunidad de convertirse en cáncer. Las pruebas de detección también pueden ayudar a encontrar el CCR en sus etapas iniciales, cuando es pequeño, no se ha propagado y es más fácil de tratar.

Si el paciente tiene 45 años o más, debe ingresar a programas de detección temprana. Hay varias opciones diferentes de pruebas de detección. Las personas con un mayor riesgo, como aquellas con antecedentes familiares de CCR, podrían beneficiarse al iniciar los estudios a una edad más temprana.

Si el paciente tiene antecedentes familiares de CCR o pólipos, debe consultar con su médico sobre su riesgo. Es posible que pueda servirse de la asesoría genética para revisar su árbol genealógico médico a fin de ver qué tan probable es que tenga un síndrome de cáncer familiar. También disponemos de una App para valorar el riesgo de padecer CCR fue diseñada por médicos argentinos  y es gratuita: se llama CaPtyVa, existe la versión para teléfonos celulares y PC. Este es su sitio web para la versión PC https://captyva.com.ar/pc/ 

El CCR se puede prevenir, existiendo estudios para su screening o tamizaje, que permiten su detección temprana o incluso prevenir su desarrollo.

Screeening (tamizaje)

La mayoría de los tumores malignos del intestino grueso se inician como pequeños pólipos adenomatosos, que finalmente se transforman en un tumor maligno, que puede dar metástasis y ser incurable. Estos cambios llevan tiempo, incluso 10 años en algunos individuos.

Los estudios de tamizaje tienen como objetivo la detección de lesiones premalignas, pólipos o tumores en etapa inicial que permitan un tratamiento con intento curativo.

¿Cuáles son los estudios para el screening o tamizaje?

Los estudios más recomendados actualmente con este objetivo son:

-SOMF (sangre oculta en materia fecal)
-VideoColonoscopía (VCC)

También existen estudios que se utilizan menos por su costo o baja sensibilidad sobre todo para detectar pólipos pequeños, son los siguientes: 

– Colon Por Enema
– Colonoscopía Virtual
– Cápsula Endoscópica Colónica

Usualmente se recomienda que los individuos sin ningún factor adicional que aumente el riesgo para el desarrollo de un tumor maligno en el intestino, inicien el screening a los 45 años.

Fuentes: alexanderfleming.org/cancer-de-colon / https://www.cancer.org/es/cancer/cancer-de-colon-o-recto/causas-riesgos-prevencion/prevencion.html.  Dr. Rubén Darío Lozzi, Servicio de Gastroenterología Clínica Colón. 

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