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En vacaciones y al ir a la playa es recomendable evitar alimentos con cremas, altos en grasas o que se echen a perder al romperse la cadena de frío. Además de evitar alimentos muy sensibles al calor, se aconseja colocar siempre una bolsa refrigerante en el interior de la heladerita o lunchera.

Lo ideal es incorporar alimentos como croquetas, albóndigas, porciones de tartas, sándwiches con ensalada, empanadas, etc. Otros alimentos aptos son muffins o budines salados, con vegetales como zanahorias, choclo, calabaza, zapallitos, mezclados con claras de huevo y avena.

Una regla de oro: en el almuerzo y en la cena, el 50% del plato tiene que tener vegetales. Si son crudos mejor. Se admiten verduras a la parrilla o al horno. El postre, puede ser una ensalada de frutas o una fruta entera o en licuados sin el agregado de azúcar. Otras recomendaciones a tener en cuenta es limitar las harinas blancas, azúcares refinados, la sal y el exceso de alcohol para conservar la salud.

Es obligatorio llevar fruta y botellas de agua. La fruta como postre o como colación para evitar el picoteo de galletitas, bizcochos y tostadas. Es importante en esta época del año hidratarse bien para evitar sofocones.

En vacaciones pasamos más tiempo en familia y tenemos la oportunidad de compartir más comidas juntos, por eso es un buen momento para probar frutas, verduras, pescados, cereales y semillas, y mantener esos nuevos hábitos cuando volvemos a casa

Servicio de Nutrición de Clínica Colón