Desde hace varios años la Asociación Mundial para la Salud Sexual propuso el 4 de septiembre como el Día Mundial de la Salud Sexual. Este año el lema no podría ser otro que “El placer sexual en tiempos de COVID-19”. La nueva situación mundial generada por la pandemia traerá efectos sociales significativos en lo que respecta a salud sexual, relaciones de pareja, relaciones familiares, relaciones sociales y salud mental.
La salud y los derechos sexuales son un importante problema de salud pública que requiere atención específica en tiempos de pandemia. Pero… ¿qué es la salud sexual? Según la OMS es un estado de bienestar físico, mental y social en relación con la sexualidad que requiere un enfoque positivo y respetuoso de la sexualidad y las relaciones sexuales, así como la posibilidad de tener experiencias sexuales placenteras y seguras, libres de toda coacción, discriminación y violencia.
Por un lado, la situación de la pandemia aumenta la desigualdad existente entre mujeres y niñas, así como la discriminación de los grupos poblacionales minoritarios de cualquier condición (diversidad funcional, población LGTBIQ, inmigrantes, entre otros). Pero, por otro lado, esta situación de confinamiento también es una oportunidad para celebrar y promover el placer sexual, para resaltar las posibilidades de acceder a una vida sexual placentera, libre de coerción, motivando a las personas a buscar resultados positivos de la actividad sexual, explorando sus cuerpos y relaciones.
La Asociación Mundial para la Salud Sexual en este contexto insta a todos los estados y naciones a garantizar que los derechos humanos y sexuales sean reconocidos y respetados, y que los derechos y el acceso a los servicios de salud sexual y reproductiva no sean violados por las políticas y medidas para manejar la pandemia.
Hay que remarcar que la protección individual protege a otros de enfermarse y que la sexualidad es una parte inseparable y esencial de los seres humanos.
Dra. María Verónica D’Archivio
Especialista en Ginecología
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