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El 12 de noviembre se conmemora el Día Mundial de Lucha contra la Obesidad. En nuestro país, 6 de cada 10 adultos presentan exceso de peso. En niños en edad escolar el 30% presenta sobrepeso y el 6 % obesidad.

Entre los factores de riesgo para las enfermedades crónicas no transmisibles (como enfermedades cardiovasculares, diabetes, cáncer y enfermedades respiratorias crónicas), la obesidad suscita especial preocupación, dado que puede anular muchos los  beneficios sanitarios que contribuyen a mejorar de la esperanza de vida.

Una mala alimentación nos puede ocasionar enfermedades graves como: diabetes HTA, enfermedades cardíacas, obesidad y sobrepeso.  En Argentina solo el 17% consume 5 porciones de frutas y verdura al día. El 50% consume 2 o más bebidas azucaradas por día.

¿Cómo se define la obesidad?

Es un problema de salud epidémico, crónico, metabólico, heterogéneo, estigmatizado, de origen multifactorial (genético, iatrogénico, ligado a las costumbres, modas, etc.) con depósito aumentado de grasa corporal cuya magnitud y distribución condicionan la salud del individuo.

A continuación, detallaremos algunos de los ítems que definen a esta enfermedad tan compleja.

Problema de salud epidémico

Primera enfermedad crónica con crecimiento exponencial. El sobrepeso y la obesidad se encuentran entre los principales factores de riesgo de muerte y carga de enfermedad a nivel mundial. Se estima que cada año fallecen alrededor de 3,4 millones de personas adultas a causa del exceso de peso. Explican el 44% de la carga de diabetes, el 23% cardiopatía isquémica, el 7-14% de ciertos cánceres.

Metabólico

La obesidad se define como el aumento del tejido graso cuya magnitud y distribución condicionan la salud del individuo.  El exceso de grasa corporal enferma a quien lo tiene, más allá de su importante asociación metabólica. Antes se creía que la grasa en el cuerpo solo tenía función de reserva de energía. El tejido adiposo es un órgano complejo, metabólicamente muy activo capaz de producir más de 120 sustancias y se vio su asociación con la aparición de muchas de las enfermedades asociadas a la obesidad: hipertensión arterial diabetes tipo 2 entre otras.

Crónico

La obesidad es un problema de salud con un desarrollo lento en el que se conjugan varios factores. Muy complejo con componentes individuales y sociales que interactúan permanentemente entre sí.

Heterogéneo con una genética predisponente

La “Teoría del genotipo ahorrador de Neel” es muy eficiente para explicar la utilización de la comida. En la era del homosapiens la comida no estaba siempre disponible, el que comía era el que sobrevivía. Hoy tenemos comida disponible de alta palatabilidad (sabor agradable al paladar), depositamos energía de la misma manera que nuestros ancestros y cada vez tenemos menos oportunidad de movernos. Al mismo tiempo y más allá de nuestra genética predisponente, el ámbito familiar y cultural tiene una gran importancia siendo estos factores fundamentales al momento de explicar el crecimiento exponencial de este problema de salud.

Estigmatización social

Según el Instituto Nacional contra la Discriminación (INADI) la obesidad es una enfermedad estigmatizada y es la segunda causa de discriminación laboral en Argentina. 

En síntesis: cada vez tenemos más acceso a alimentos con mayor aporte energético. Nos movemos menos. Vivimos más.

¿Qué tipo de tratamientos existe?

Hay muy pocos fármacos comprobados que ayudan al descenso de peso. Se recomienda la asociación de estrategias que incluyan un plan alimentario más ejercicio físico para el tratamiento de personas adultas con obesidad porque son eficaces para el descenso de peso.

Se recomienda a personas con Índice de Masa Corporal (IMC)>= a 40 kg/m2 que no han obtenido respuesta esperada al tratamiento convencional la cirugía bariátrica como opción terapéutica. Ésta demostró efectividad para sostener el descenso del exceso de peso a corto y largo plazo, mejoría de la hipertensión arterial, mejoría o remisión de la diabetes tipo 2 y reducción de la mortalidad global y cardiovascular. En personas con IMC entre 35 y 39.9 kg/m2 y con alguna de las siguientes comorbilidades: diabetes tipo 2, hipertensión arterial, apnea del sueño o artrosis con gran limitación funcional, se sugiere considerar tratamiento quirúrgico (cirugía bariátrica) por sus beneficios tanto en la pérdida de peso como en la mejoría o resolución de estas comorbilidades.

¿Cómo podemos prevenirlo?

Siempre podemos mejorar las elecciones, variedad y calidad de lo que comemos:

-Realizar 4 comidas al día: desayuno, almuerzo, merienda y cena.

-Reducir de a poco el tamaño de las porciones.

-Aumentar el consumo de frutas, verduras y pescado.

-Elegir leche, yogurt y queso preferentemente descremados.

-Disminuir el consumo de alimentos con mucha azúcar, grasa y/o sal como golosinas, productos de copetín, fiambres, embutidos y bebidas azucaradas. 

-Preferir alimentos preparados en casa sin agregado de sal al cocinar. Reemplazar la sal por orégano, pimienta, ajo, perejil, romero, tomillo. 

-El alcohol aporta calorías y no aporta nutrientes. Dejarlo para ocasiones especiales.

-No fumar o planificar la mejor forma de dejarlo.

-Adoptar un estilo de vida activo, realizar al menos 30 minutos de actividad física todos los días. Planificar una rutina de ejercicios 2 a 3 veces por semana.

Una alimentación variada y saludable junto a un estilo de vida activo ayuda a mantener un peso saludable y protege la salud. Mejorar las elecciones y sostenerlas en el tiempo.

María Constanza Pagano
Nutricionista
MP 940

 Bolívar 3571, Tel.: (0223) 499-2611 Cel.: 2236219699