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Ante esta pandemia debemos manejarnos con información global y adaptarnos a normas que son útiles y posibles. Las medidas de limpieza, aislamiento social y mantenimiento de la cuarentena son necesarias y deben ser acatadas por toda la población. 

Debemos seguir insistiendo con las medidas individuales como el correcto lavado de manos con agua y jabón repetidas veces a lo largo del día durante 40 segundos (más aún si estuvimos en contacto con superficies donde puede estar el virus, si usamos el carrito del supermercado, ante la manipulación de dinero y mercadería que llega con un delivery a nuestro hogar, si utilizamos el transporte público). Además, si salimos al almacén, supermercado o farmacia usar alcohol en gel y  evitar tocarnos la cara (podemos llegar a tocarnos más de 100 veces la cara por hora, si necesitamos hacerlo se recomienda usar el dorso del antebrazo). Asimismo, al ingresar a nuestra casa debemos volver a lavarnos las manos y desinfectar las bolsas de las compras. 

Otra medida es la limpieza de superficies varias veces al día con agua y lavandina (5 a 7 gotas cada litro de agua) y con preparaciones a base de alcohol al 70 por ciento para limpiar y desinfectar.

También es importante evitar tocar a otras personas, el saludo debería ser con un gesto y una palabra a la distancia, incluso el saludo con el codo deber ser evitado (no sabemos si esa persona tosió y el virus está en su codo). Por otro lado, al toser o estornudar hacerlo con un papel descartable y luego desecharlo y la otra alternativa es hacerlo cubriéndose la boca y nariz con el pliegue del codo. 

Con respecto a la organización de las rutinas hay que destacar la planificación en el hogar para mantener el bienestar de todos los integrantes de la familia, más aún en personas mayores de 70 años. Este grupo etario tiene que quedarse en su casa, se entiende que la soledad es difícil de tolerar, pero se aconseja que si comenzaron la cuarentena solos, no deben trasladarse a otros hogares para estar acompañados.

Del mismo modo hay que mantener la casa limpia, ordenada y ventilada y organizar actividades que nos mantengan distraídos, escuchar buena música, establecer horarios de lectura. Ver televisión pero evitar la sobreinformación con datos, evitar noticieros que nos pueden angustiar y a veces podemos llegar a consumir noticias falsas. En cambio, se sugiere ver series, películas y documentales. Es fundamental realizar actividad física dentro del hogar, con caminatas cortas, y el uso de bicicletas fijas para ejercitarse. Si en la casa se dispone de un espacio verde, se recomienda realizar actividades jardinería. También se pueden realizar arreglos dentro del hogar como pintura y pequeños arreglos. 

Tratar de mantener los vínculos con nuestros seres queridos a través del uso de plataformas como WhatsApp, realizar videoconferencias y llamadas telefónicas. Hay que establecer contacto en distintos horarios del día. La familia debe ocuparse de realizar las compras a las personas que no pueden salir de su hogar. Y asimismo, deben estar atentos a que las personas mayores vivan en un espacio con las normas de higiene adecuadas. Evitar que los adultos concurran a la farmacia por medicamentos, es necesario que la familia pueda realizar esa compra. 

En todas las instituciones existen líneas telefónicas y de WhatsApp para mantener contacto con sus médicos de cabecera y pedirles ayuda y consejos y que los profesionales puedan brindar contención en estas circunstancias. 

Una de las prioridades médicas, es que los pacientes que están en grupos de riesgo mantengan  el adecuado esquema de vacunación con la aplicación de la vacuna de la neumonía, la antigripal y la antitetánica, entre otras.  

En relación al uso de tapabocas o barbijo, es necesario resaltar su utilización cada vez que salimos a la calle y su posterior lavado al regresar al hogar. Hay que tener uno de reemplazo para tener un tapabocas siempre disponible. Y es muy importante manipularlo de las tiras o elásticos para su colocación y evitar tocar la tela con las manos luego de usarlo para no contaminar la cara o superficies.  

Importancia del control de los factores de riesgo

En relación a la fisiopatología del accionar del COVID-19, el virus ingresa por la vía aérea o por la mucosa ocular, a través del contacto con las manos o de gotitas que otras personas, a menos de un metro y medio, nos puedan hacer llegar a nuestra mucosa. En células específicas del pulmón se produce una inflamación del pulmón generando una neumonía viral. Luego al desencadenarse la respuesta inflamatoria, se produce un proceso inflamatorio sanguíneo que afecta a otros órganos, como el hígado, los riñones, el aparato cardiovascular y el sistema nervioso central. Además, produce un daño corporal a través de cóagulos en los capilares, generando una coagulación intravascular diseminada lo cual provoca microtrombos. Además de ser viral, el coronavirus presenta un componente inflamatorio, por lo tanto las personas con enfermedades que producen inflamación se convierten en pacientes de riesgo. 

En relación a los factores de riesgo, hay que mantener un adecuado control de la diabetes. Los pacientes diabéticos tienen un estado de inflamación sistemática que si fuera estimulado por otra enfermedad inflamatoria van a tener peor pronóstico. Por esto hay que realizar monitoreos y controles de las medidas farmacológicas. 

La obesidad es una enfermedad inflamatoria, por lo tanto el virus puede agravar la respuesta inflamatoria haciendo más grave la afección. Es conveniente que no se aumente de peso, para esto hay que cumplir un adecuado plan nutricional, evitar el picoteo de comidas en distintos horas y realizar actividad física. 

Los pacientes asmáticos y EPOC ante el contagio tienen peor evolución. Se recomienda el uso de broncodilatadores, evitar el tabaquismo, realizar actividad física y tener un adecuado esquema vacunatorio. 

Las afecciones cardiovasculares, hipertensión, arritmias, insuficiencia cardíaca tiene que tener un adecuado control y tratamiento. Además, los pacientes con enfermedades crónicas, autoinmunes y oncológicas no deben discontinuar sus tratamientos y consultar a sus médicos de cabecera.  

Con respecto al tratamiento del coronavirus todavía no hay disponible una vacuna. Sí hay medidas preventivas relacionadas con el manejo de las patologías de los factores de riesgo. Una vez instalada la enfermedad, existen tratamientos que son antivirales específicos, muchos de ellos en actual desarrollo. El uso de la hidroxicloroquina tienen fines antiflamatorios. También existen otras medidas como son la anticoagulación y otras que están en estudio. 

Los pacientes con sospechas de enfermedad originada por el COVID 19 (fiebre 37,5°C, falta de aire, tos, secreciones, deterioro general, pérdida del olfato y el gusto, diarrea) son atendidos en áreas específicas y deben concurrir a las clínicas y hospitales para recibir atención médica en forma temprana. 

En Clínica Colón se ha separado el sector de casos sospechosos de coronavirus de los pacientes con otras patologías no relacionadas al COVID-19. Los consultorios externos se encuentran abiertos y no concurren pacientes con patologías respiratoria o febril, por lo tanto, el riesgo de contagio es menor. Ante la necesidad de asistir a una institución médica, los pacientes deben hacerlo con barbijo. Al llegar a la guardia se realiza un triage para detectar pacientes con patología febril y evitar el ingreso a consultorios. Asimismo, la persona debe firmar una declaración jurada. Todas estas medidas apuntan a resguardar la seguridad del paciente y el personal médico y administrativo de las instituciones. 

Dr. Oscar Comperatore
Especialista en Clínica Médica
MP 92.860

Av. Colón 3651, PB Consultorio 19
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