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El Reflujo Vésicoureteral (RVU) es el paso retrógrado de la orina desde la vejiga al riñón. A nivel de la unión del uréter con la vejiga existe un túnel dentro de la pared de la vejiga donde termina el uréter. Este túnel funciona como válvula e impide el retroceso de la orina desde la vejiga hacia el riñón.

El Reflujo Vésicoureteral es una patología muy frecuente y afecta el 1 a 2% de los niños. El 30% de los pacientes que han presentado una infección urinaria febril, tienen RVU. La combinación de RVU e infección urinaria, puede causar hipertensión arterial y daño renal permanente. En nuestro país se estima que al menos un 20% de las enfermedades renales terminales que llegan a transplante en niños, son debidas a esta patología como causa inicial. A esto se debe la importancia de un diagnostico precoz y un tratamiento oportuno, el que ha estado lleno de controversias en el pasado. Lo más importante es hacer un diagnóstico temprano de RVU para evitar sus consecuencias. 

¿Cuándo hay que sospechar un RVU? 

1- Hidronefrosis prenatal, especialmente con dilatación de uréter (ecografías prenatales). 
2- Infección urinaria durante la infancia (la más frecuente). 
3- Hermano con RVU. 

¿Cómo se estudia un reflujo?

1- Ecografía renal con vejiga llena.
2- Uretrocistosgrafía (UCG), se pone una pequeña sonda en la vejiga y se introduce un líquido de contraste  que permite graduar el reflujo, dependiendo de su magnitud. Este se gradúa de I a V. 

Tratamiento

El objetivo principal en el tratamiento del RVU es evitar el daño renal producido por las infecciones. Existe un tratamiento médico o conservador, y un tratamiento quirúrgico.

Tratamiento médico o conservador 

Muchos RVU pueden mejorar espontáneamente, solo con el “crecimiento” de la unión vesicoureteral, por lo que si se evita la infección urinaria durante ese tiempo manteniendo la orina estéril (profilaxis antibiótica), basta con el crecimiento del niño para mejorar el ángulo de entrada del uréter, alargando el túnel y haciéndolo suficiente, a esto se lo denomina tratamiento médico. 

El tratamiento médico va asociado a una serie de medidas generales de gran importancia en el origen de las infecciones urinaria, tales como la micción frecuente, la ingesta de abundante líquido, los cuidados de higiene y tratamiento de la constipación asociada. Puede ocurrir que pasados los años bajo tratamiento medico el RVU no sufra modificaciones y se mantenga. 

Tratamiento quirúrgico 

La indicación quirúrgica más frecuente en la actualidad es para los pacientes con infecciones urinarias febriles que se encuentren en médico, por el riesgo de daño renal. 

Durante el seguimiento a 5 años de los pacientes sometidos a cirugía, las infecciones urinarias febriles resultan el  60% menor que en los pacientes bajo tratamiento médico. 

La cantidad de infecciones urinarias febriles durante el seguimiento de 5 años es menor en 60% en el grupo quirúrgico que en los pacientes bajo tratamiento médico. 

Tratamiento endoscópico 

En el último tiempo se ha desarrollado un nuevo tratamiento endoscópico que ha cambiado el escenario. Esta técnica consiste en la inyección de una sustancia, estable, que permanece en el tiempo, de fácil aplicación que no se deforma y se inyecta en el plano submucoso del uréter intraluminal con el objeto de alargar el túnel y en la entrada del meato con el objeto de disminuir el calibre del uréter y suprimir el RVU. 

Es de fácil aplicación y mínima invasión, no requiere hospitalización por cuanto  el paciente regresa a su  hogar el mismo día de la intervención. No hay cortes, incisión, ni sonda postoperatoria. 

El tratamiento endoscópico claramente tiene ventajas demostradas sobre el tratamiento quirúrgico tradicional, ya que es de fácil ejecución, reproducibles y con resultados cercanos al 100%. No requiere de hospitalización. 

A la luz de resultados exitosos recientes, en varios centros se está utilizando el tratamiento endoscópico para el RVU como tratamiento de primera línea, incluso reemplazando al tratamiento médico, que es largo, tedioso y mal cumplido por muchos pacientes y sus padres. 

Es evidente el menor trauma que ocasiona el tratamiento endoscópico en nuestros pequeños pacientes, por lo que asociado a un buen resultado, en la era de lo mínimamente invasivo, éste debiera convertirse en la primera elección del tratamiento del reflujo vésicoureteral pediátrico. 

Dr. Sergio Polliotto
MP. 93.332
Especialista en Cirugía Pediátrica

Clínica y Maternidad Colón
Av. Colón 3651, 2° piso – Consultorio 202
Tel.: (223) 499-2582