Existen distintos tratamientos estéticos para tratar arrugas en el rostro. El más usado en dermatología estética es el tratamiento con la toxina botulínica (conocido como bótox).
Las inyecciones de bótox usan una toxina conocida como onobotulinumtoxina para evitar temporariamente que un músculo se mueva.
Las inyecciones de bótox bloquean determinadas señales químicas de los nervios, principalmente las señales que hacen que los músculos se contraigan. El uso más frecuente de estas inyecciones es relajar temporariamente los músculos faciales que causan arrugas en la frente y alrededor de los ojos. Dentro de la dermatología también se usan para tratar hiperhidrosis, un trastorno que se caracteriza por la sudoración excesiva incluso cuando la temperatura no es alta y el paciente no está haciendo esfuerzo.
Las inyecciones de bótox son relativamente seguras si son aplicadas por un médico experimentado. Algunos de los posibles efectos secundarios y complicaciones son:
-Dolor, hinchazón o hematomas en el lugar de la inyección.
-Dolor de cabeza.
El bótox solo se debe utilizar bajo supervisión médica. Es importante que las inyecciones se coloquen con precisión para evitar efectos secundarios. La terapia con bótox puede ser peligrosa si se administra de manera incorrecta.
Dra. Milagros Memoli Olmos
Especialista en Dermatología
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